Con motivo del bochornoso espectáculo ofrecido una vez más por Eduardo Inda el pasado sábado en La Sexta Noche, que acabó con la marcha del economista Juan Torres ante los argumentos falaces del periodista, el profesor Vicenç Navarro inserta ahora en su artículo publicado en el diario Público -donde habitualmente colabora- la carta que dirigió a ese programa de La Sexta cuando este canal lo invitó a intervenir en el programa aludido.
Navarro hace asimismo un análisis de La Sexta Noche y niega que se trate de un espacio de debate político, pues lo que se prodiga a lo largo del mismo son los gritos, las interrupciones, los insultos y la falta de respeto a los intervinientes de izquierda, sobre todo si son representantes de Unidos Podemos. Centra concretamente sus críticas en Francisco Marhuenda y Eduardo Inda, que le han insultado y calumniado sin estar presente en el programa, y que parecen contar con el favor de la dirección de la casa pues son los únicos que con carácter fijo permanecen en el plató desde el inicio hasta el final de la emisión.
También se refiere el profesor de la Universidad Pompeu Fabra a su colega Torres como uno de nuestros economistas más reputados. El prestigioso catedrático de Ciencias Políticas cree que la participación de los periodistas mencionados no contribuye al necesario debate, sino que lo embrutece: Estoy seguro -añade- de que pueden encontrar periodistas de idéntica sensibilidad política, pero con mayor educación y cultura democrática.
Lazarillo | Diario del Aire
Respuesta a la invitación de La Sexta Noche
Querida Sexta Noche,
Disculpe que haya tardado en contestar a su invitación pero he estado viajando y no he tenido la oportunidad de responderle hasta hoy.
Permítame que le hable con toda franqueza. Le adjunto un artículo que se publicó en Público, que refleja mi opinión de su programa. (Adjunté el artículo al que hago mención en este escrito). A lo largo de mi largo exilio –tuve que irme de España en el año 1962 por razones políticas- he vivido en varios países (Suecia, Reino Unido y EEUU) y en ninguno de ellos vi un espectáculo mediático bajo el nombre de “debate político” semejante al que ustedes han creado en La Sexta Noche. Estoy seguro de que ustedes intentan enriquecer la cultura democrática del país. Pero me temo que en la manera como han escogido hacerlo, están logrando lo contrario. El producto final –que debería ser un debate político- es, en realidad, un espectáculo poco edificante. Puede que refleje el debate político real del país existente hoy en España, pero en lugar de debate, es un intercambio de gritos e insultos, generados en su mayoría por los tertulianos de la derecha que aparecen a lo largo de todo el programa, que alcanza su máxima expresión en las intervenciones de los periodistas Eduardo Inda y Francisco Marhuenda.
Referente a su espacio económico, que tiene lugar ya muy avanzada la noche, es una presentación de economistas neoliberales, salpicado de vez en cuando por algunos más progresistas. Y todo ello bajo la supervisión de los tertulianos, de los cuales los eternos Eduardo Inda y Francisco Marhuenda siempre están presentes. Estos señores me han insultado y calumniado, sin siquiera haber estado yo presente. Y ustedes saben que el Sr. Inda ha mentido y calumniado repetidamente, haciendo acusaciones graves, que han resultado falsas. Las acusaciones contra el ex alcalde de Barcelona, el Sr. Trías, y contra Podemos, por financiación ilícita, son dos, entre muchos ejemplos de ello. Esto que estoy diciendo está probado. Y ustedes lo saben. ¿No creen que un periodista del que está documentada una mala práctica profesional (y que en los países en los que he vivido estaría sancionado) es impropio que continúe en su programa, y todavía peor, que se le dé tal protagonismo? Verá usted, pues, que mi opinión de su programa no es tan positiva como me gustaría.
Ahora bien, estaría encantado de aceptar su invitación, siempre y cuando cambien tales tertulianos, de manera que no tenga que interactuar con ellos, pues me ofendieron sus comentarios. Y creo, además, que su presencia en los debates no solo no contribuye al necesario debate, sino que lo embrutece. Estoy seguro de que pueden encontrar periodistas de idéntica sensibilidad política, pero con mayor educación y cultura democrática.
Y, a fin de no dar la impresión que seguro no desean transmitir, de que estoy siendo utilizado para mostrar una pluralidad que hasta ahora no ha existido, también les agradecería que se comprometieran a diversificar su panel de asesores, incluyendo a economistas más heterodoxos de los que hasta ahora han tenido. Si ustedes pudieran satisfacer estas sugerencias, estaría entonces encantado de venir [ir] a su programa en una fecha mutuamente conveniente.
Esperando su respuesta, le saluda cordialmente,
Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas
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