Contragolpe al sanchismo.

España se enfrenta a un auténtico golpe de Estado desde el contubernio sanchista (Comité Federal) del sábado 28 de octubre de 2023.

 Pero tranquila España. Su Constitución, su democracia y sus libertades están bien defendidas.

SI ES NECESARIO:

(“Al final, la Constitución española será salvada por un pelotón de soldados”)               

La investidura de pedro Sánchez como presidente del Gobierno sigue en el alero y existe en estos momentos altas probabilidades de que semejante personaje se quede “compuesto y sin sillón presidencial”, un supuesto éste, caso de concretarse, que sería el corolario perfecto a tanta maldad, tanta temeridad y tanta locura personal e institucional.

Si a pesar de la reacción un tanto tardía de Jueces (CGPJ, APM, las más de 3.000 demandas cursadas en defensa de los derechos fundamentales que la futura ley de amnistía conculca), Fiscales, partidos políticos, asociaciones defensoras de la democracia, medios de comunicación no colonizados por el poder, empresarios responsables, sindicatos de policías y guardias civiles, particulares de toda laya y condición amantes de su patria y de sus derechos fundamentales… el asalto a la Constitución y al Estado de Derecho (un auténtico golpe de Estado que atenta contra la democracia y las libertades fundamentales de los ciudadanos españoles según los más altos estamentos de la Judicatura española) sigue adelante en este país de la mano del psicópata de La Moncloa (¡ojo, no es presidente del Gobierno sino solo un ciudadano ejerciendo sus funciones como tal al haber sido cesado como jefe del Ejecutivo por  Real Decreto 694/2023 de 24 de julio de 2023 y publicado en el BOE 176 de fecha 25  del mismo mes!) habrá llegado el momento de que intervengan los militares con arreglo al mandato constitucional estampado en el artículo 8.1 de la Constitución española, ya que a todas luces, y ya en estos mismos instantes, están en peligro tanto la integridad como la soberanía de la nación española.

¿Y que deberán hacer los militares españoles en tal caso, en una situación que ojalá nunca llegue a concretarse?

Pues muy sencillo y muy rápido: Detener al felón Sánchez y a toda la patulea de su entorno que está cooperando en el golpe al Estado en curso, meterlos en la cárcel o en un psiquiátrico y ponerlos a disposición judicial.

        Pues sí, sí, amigos. todo el problemón (político, económico, institucional, judicial, autonómico, gubernamental, psicológico, ansiolítico, depresivo, de género…) que en estas últimas semanas arrastra este bendito país a cuenta del loqueras de Sánchez (convendría que algún diseñador de juguetes vaya perfilando el pequeño Falcón de plástico y el sillón ergonómico con sujeción de extremidades y con el letrero de “President” que todos los españoles le regalaremos cuando le encasqueten la obligada camisa de fuerza)… al final, si se cumplen en España las previsiones del filósofo e historiador alemán Oswald Spengler, autor del famoso libro “La decadencia de Occidente”, que  nos dejó para la posteridad la célebre frase “Al final, la civilización la salva siempre un pelotón de soldados” todo puede quedar controlado en minutos, anulado, olvidado, resuelto de raíz por la profesional actuación de un simple pelotón de soldados españoles.

Una actuación patriótica y determinante (el tal Sánchez seguro que saldrá perdiendo el culo a subirse al Falcón para irse con su amiguita Ursula von der Leyen) absolutamente constitucional y por lo tanto legal, que el que esto escribe, militar profesional y antiguo integrante de la Brigada Paracaidista española, no dudaría en encargársela a un pelotón de “paracas” de la citada Brigada, soldados profesionales de élite de extraordinaria valentía, demostrada operatividad, elevado culto al honor, amor sin estridencias al riesgo y al compromiso cierto e inaplazable de salvaguardar con su sangre, si fuera necesario, la integridad y soberanía de su patria. Estoy completamente seguro de que con estos diez super rambos paracaidistas (yo los he mandado en situaciones de mucho riesgo en África y no me importaría nada el volver a hacerlo en una situación como la que estamos viviendo los ciudadanos españoles en estos momentos, si a los altos mandos del Ejército, muy calladitos por cierto con la que está cayendo, les resulta difícil encontrar a algún voluntario al respecto).   

Soy consciente que, después de lo que acabo de exponer, algún admirador del autócrata Sánchez, alguno de sus acólitos devoradores de ruedas de molino, alguno de los pescadores en río revuelto que se aprovechan de la delicada situación de este país al borde del precipicio para generar ganancias personales… e incluso, alguna de las señoras o señoritas que llevan años besuqueando al temerario sultán de La Moncloa bien amarradas a la poltrona del bunker  “progresista” que se ha adueñado de este país, saltarán como un resorte para soltar su consabido discurso inclusivo de “nazismo”, “golpismo” “homofobia” “franquismo” … etc, etc. Ni caso, por supuesto. Es muy grave lo que afrontamos todos los españoles y a estos petimetres (y petimetras) les queda poca batería política. Su ambición y su desmedida temeridad les ha traicionado, los botiflers amigos suyos los tienen bien cogidos por donde más le duele, su fecha de caducidad se acerca a pasos agigantados y su fin será, sin duda, sorpresivo, por involución y socavación interna.

Termino por hoy, compatriotas. A la calle a luchar por España en este “Euromaidán” a la española que seguro que tendrá el resultado que todos deseamos: Preservar la integridad de la nación, el Estado de Derecho, la igualdad ante la ley de todos los españoles, nuestros derechos fundamentales, la democracia en una palabra.

                                 Fdo: Amadeo Martínez Inglés, Coronel, Escritor e Historiador.

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